Latre Ballarín en #DiálogosenProximidad: “la cadena agroalimentaria en la crisis inflacionista ha traspasado lo mínimo posible al consumidor”
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José Antonio Latre Ballarín, consultor senior de EY, analiza junto con Felipe Medina, secretario general técnico de ASEDAS, el panorama global geo-político y económico que, como no puede ser de otra manera, afecta a la distribución alimentaria. Estamos presenciando una transición significativa desde una era geopolítica relativamente estable hacia una época de mayor turbulencia. Este cambio está marcado por la emergencia de China como una potencia política y económica dominante, así como por el auge del populismo, que plantea serios desafíos a las democracias liberales en diversas partes del mundo. Este entorno convulso requiere un análisis profundo para entender sus implicaciones y cómo se está configurando el nuevo orden mundial.
Desafíos de Europa
Europa se encuentra en una encrucijada crítica, enfrentándose a desafíos significativos debido a su posición en un mundo cada vez más multipolar. La región debe lidiar con una demografía decreciente y el reto de mantener su soberanía industrial y alimentaria en un contexto de desglobalización y regulación avanzada. La capacidad de Europa para adaptarse a estos cambios será crucial para su futuro económico y político.
Evolución de la economía española
La economía española ha atravesado momentos difíciles en las últimas dos décadas, enfrentándose a tres crisis importantes: la burbuja inmobiliaria, la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19. A pesar de la persistente alta inflación, se ha observado un crecimiento sostenido en el consumo, lo que indica una notable resiliencia del mercado interno español.
Crisis inflacionaria y respuesta del sector agroalimentario
La crisis inflacionaria en España es producto de una combinación de factores, incluyendo una rápida recuperación post-pandemia, políticas monetarias laxas y estímulos fiscales. En este contexto, el sector agroalimentario ha jugado un papel crucial como un dique de contención ante los incrementos de costos, aunque ha tenido que operar con márgenes de beneficio reducidos. Su capacidad de respuesta ha sido vital para mitigar los efectos más severos de la inflación en la economía doméstica.
Impacto en las ventas y cambios en los patrones de consumo
A pesar de la crisis inflacionaria, se ha observado una recuperación y crecimiento en las ventas en volumen. Este fenómeno sugiere un cambio estructural hacia el «trading down», donde los consumidores optimizan su presupuesto de compra. Este cambio puede tener implicaciones duraderas en los hábitos de consumo.
La resiliencia del sector de la distribución alimentaria
Reconocimiento del sector
Más de 2,5 millones de personas trabajan en la distribución alimentaria, un sector esencial que, sin embargo, sufre de escasa consideración social y política. Durante la pandemia, se valoró su importancia, pero es crucial que esta apreciación persista y se incremente.
Desconocimiento del consumidor
Muchos consumidores desconocen la complejidad de la infraestructura que asegura la disponibilidad de productos en las tiendas. Este desconocimiento genera una falta de valoración hacia el sector, lo cual debe ser abordado a través de la educación y la comunicación.
Relato sobre la distribución
El relato sobre el sector ha evolucionado, pero persisten percepciones negativas, como la referencia a «grandes superficies». Es necesario reformular la comunicación para destacar las ventajas competitivas y la proximidad que ofrecen los supermercados actuales.
Rol de los mayoristas
Los mayoristas, aunque invisibles para muchos, desempeñan un papel crucial en la cadena de suministro, especialmente en la hostelería. La economía de escala y la eficiencia que generan son fundamentales para el funcionamiento del sector.
Futuro del sector
La transformación digital y la sostenibilidad serán clave para el futuro. Se prevé una inversión significativa para afrontar estos retos, lo que requerirá una reasignación de prioridades y una mayor rentabilidad. A corto y medio plazo, el consumo muestra señales de crecimiento, impulsado por un mercado laboral fuerte y una situación financiera familiar estable.
