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El supermercado en la calidad de vida en las personas con celiaquía

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La revista Financial Food publica el artículo de María Martínez-Herrera, directora de Sostenibilidad de ASEDAS, en el que hace un repaso sobre la historia de la alimentación apta para celiacos en el supermercado, desde el compromiso y la innovación. Se puede ver AQUÍ el artículo completo.

A lo largo de las tres últimas décadas, el movimiento para mejorar la calidad de vida de las personas celiacas se ha consolidado y ha conseguido hacer visible esta intolerancia alimentaria -se calcula que afecta a un 1% de la población en España-. Algunos factores clave han ayudado a esto último, entre ellos, la fuerza del movimiento asociativo, el diagnóstico temprano y el acceso a una alimentación variada, de calidad, sabrosa y a precios competitivos. En este último aspecto, hoy es habitual encontrar opciones sin gluten en el menú de cualquier restaurante -incluyendo, por supuesto, los comedores escolares- y también es normal disponer de productos adecuados para los celiacos en cualquier supermercado.

La escucha activa hacia este colectivo ha sido muy importante en la evolución de la disponibilidad de opciones sin gluten en la distribución minorista -y también en la mayorista, con gran impacto en el sector horeca y en la restauración colectiva-. A lo largo de los años, la distribución alimentaria ha analizado las necesidades no solo de las personas celiacas, sino también de sus familias: ¿cómo debe ser el surtido sin gluten?, ¿qué demanda este colectivo en materia de productos, sabores, disponibilidad, etc.?, ¿dónde se debería poder adquirir alimentación sin gluten?… En definitiva, las respuestas al qué, cómo, porqué, cuándo y dónde… se encuentran en el supermercado.

  • ¿Qué tipo de surtido de alimentación demandan las personas con intolerancia al gluten?

Las categorías en las que más se usan cereales con gluten (trigo, avena, cebada, centeno), y que forman parte de nuestra pirámide nutricional básica, son la pasta, el pan o la harina. Por lo tanto, desarrollar alimentos que no incluyan estos cereales ha sido el objetivo de una importante labor de investigación realizada junto a los fabricantes para encontrar ingredientes sustitutivos y que, al mismo tiempo, satisfagan el paladar del consumidor. Esto último es muy importante porque la alimentación tiene una parte nutricional y una parte social y de placer a la que los celiacos deben acceder. Es algo en lo que se está invirtiendo un gran esfuerzo: los productos sin gluten deben “ser” buenos para los celiacos y, además, tienen que “estar” buenos.

  • ¿Cómo debe ser el surtido de productos sin gluten?

El surtido debe ser un espejo de la cesta de la compra de cualquier persona sin intolerancias – pero en el que se incluyan las opciones sin gluten que se mencionaban anteriormente-: variado, diverso, de calidad, sabroso, seguro y a precios competitivos. Este último aspecto es habitualmente señalado como un área de mejora. La investigación necesaria para la fabricación de productos sin gluten y los rigurosos procesos de seguridad destinados a que ninguna traza de gluten entre en contacto con los alimentos destinados a las personas con esta intolerancia explica que varios de estos productos sufran aún una diferencia de precio respecto a los demás. En este sentido, los supermercados siguen trabajando para que este diferencial se reduzca al máximo, siendo la capacidad de elección, el incremento de referencias y la eficiencia en la producción para abaratar costes algunos de los factores que hacen que la compra de estos alimentos sea cada vez más competitiva.

  • ¿Dónde se pueden adquirir productos sin gluten?

Independientemente de la red de tiendas de comercio especializado, la disponibilidad de líneas de productos sin gluten en el supermercado ha supuesto la “democratización” de este mercado por el hecho de dar la posibilidad de componer una cesta completa en un único acto de compra para toda la unidad familiar -incluyendo productos frescos que, lógicamente, son aptos para el consumo por parte de los celiacos-. Éste es un factor que contribuye a optimizar el coste de la compra, estando los precios de la alimentación en España hasta cinco puntos por debajo de la media de la Unión Europea.

La adquisición de alimentos sin gluten condiciona la compra de toda la unidad familiar. Pero, a día de hoy, una familia con una persona celiaca entre sus miembros puede hacer toda su compra de alimentación en casi cualquier supermercado, sin necesidad de acudir a diferentes establecimientos especializados. Y, además, -algo también muy importante-, independientemente de que esta familia viva en una zona urbana o rural; ya que la alta capilaridad de la distribución alimentaria en España hace que la oferta sea la misma en toda la geografía española.

  • ¿Por qué el supermercado tiene productos sin gluten?

La apuesta de la distribución organizada por los productos sin gluten responde a varias cuestiones en las que mezclan la responsabilidad social y el interés por dar respuesta a una necesidad detectada en miles de familias -17.000 familias asociadas a FACE (Federación de Asociaciones de Celiacos de España) en toda la geografía española-. Si el supermercado, como se decía antes, es un formato en el que se puede hacer una compra completa para toda la unidad familiar, era imprescindible atender al importante colectivo de personas celiacas.

  • ¿Cuándo llegaron los productos sin gluten al súper?

Durante las dos últimas décadas, la evolución de la información disponible y el acceso a productos libres de estos ingredientes ha sido inmensa. Y ha tenido a los supermercados en esos comienzos. En concreto, la distribución alimentaria en España ha liderado la puesta a disposición del consumidor celiaco y sus familias de una cesta de la compra adaptada a sus necesidades con una evolución que ha pasado de unas 280 referencias en 2009 a unas 1.500 en la actualidad.

BREVE HISTORIA DE LA ALIMENTACIÓN APTA PARA CELIACOS

En 1994 se constituye la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) entre cuyos objetivos están ofrecer herramientas para ayudar al colectivo celiaco a realizar correctamente una dieta sin gluten. El diálogo con las organizaciones de distribución alimentaria ha permitido comprender mejor las necesidades alimentarias de este colectivo.

En el año 2003, se aprobaron las primeras normas en el Parlamento Europeo sobre la indicación de los ingredientes presentes en los productos alimenticios, importantísimas para la identificación de alérgenos y otros ingredientes que provocan intolerancias en algunas personas y un paso fundamental para evolucionar en los surtidos de productos sin gluten.

En la actualidad, España es el tercer país del mundo con más lanzamientos de productos sin gluten, solo por detrás de Brasil y Estados Unidos, según un estudio de la consultora Mintel. En el día a día de las familias con algún miembro celíaco, este incremento de productos significa que ahora tienen a su disposición una dieta adaptada y segura, pero también variada, completa, de calidad y a precios competitivos.

En el futuro, la distribución alimentaria sigue escuchando a los consumidores con celiaquía y trabajando para continuar con líneas de mejora. Entre ellas, ofrecer una mejor información nutricional, más y cada vez más sabrosas referencias y precios aún más competitivos. Esto se logrará con la constante evolución desde la idea de “cubrir una necesidad” al interés por atraer al consumidor y a su familia con criterios propios de cualquier otra categoría de productos, es decir, por la calidad, el sabor y el precio.