Bitpro Dex Bitpro Dex

El camino del supermercado hacia la economía circular

prensa /     economía circular, medioambiente, sostenibilidad, supermercados,


María Martínez-Herrera, Directora de Sostenibilidad ASEDAS, y Brenda Martínez, Consultora en WorldLex, explican en la revista Financial Food los pasos que el formato del supermercado está dando hacia la economía circular y la descarbonización. Puedes ver AQUÍ el artículo completo. 

 

El camino del supermercado hacia la economía circular se está recorriendo con pasos firmes desde el compromiso y desde el convencimiento de que la sostenibilidad medioambiental va de la mano con la sostenibilidad económica. Cuando hace un año ASEDAS decidió iniciar la medición de cinco indicadores que consideramos relevantes para conocer el impacto de la distribución en el resto de la cadena agroalimentaria, lo hizo desde la necesidad de tener una visión científica sobre donde estamos para identificar áreas de mejora. Ahora, con una visión a dos años -en algunos indicadores el periodo de amplía a cinco- podemos decir que todos los indicadores mejoran y que los esfuerzos por el Planeta se reflejan en las cifras.

Vamos a analizar, uno por uno, los cinco indicadores que reflejan como la distribución alimentaria -no olvidemos que las empresas de ASEDAS representan más del 75 por ciento del sector en España- contribuyen a los objetivos climáticos:

  • Control del desperdicio alimentario: El 99, 4 por ciento de los alimentos puestos a la venta se han vendido y/o donado para su consumo o se han revalorizado como subproducto -alimentación animal y otros-. Esto arroja un índice de desperdicio, es decir algunos alimentos que no han podido reaprovecharse- de un 0,6 por ciento y confirma la distribución alimentaria como el eslabón que menos desperdicia. El control del desperdicio se consolida en planeas y medidas para preservar la calidad de los alimentos, optimizar el abastecimiento y potenciar el consumo responsable de alimentos.

 

  • Gestión de envases: Aquí, hemos hacer la diferencia entre los envases de transporte reutilizables, cuyo uso alcanza ya el 55 por ciento del total -frente al tercio de hace un año-. La ventaja de estos envases radica en su capacidad para ser utilizados durante un periodo prolongado. Se ha demostrado que los envases terciarios reutilizables pueden soportar más de 10 ciclos de uso. Por otra parte, las empresas están comprometidas con la oferta de productos que cuenten con envases diseñados según criterios de ecodiseño. Así pues, en lo que se refiere a los envases primarios -los que contienen los alimentos puestos a la venta- se está trabajando desde diferentes áreas para reducir la cantidad de materiales que se utilizan y experimentar con materiales reciclables o biodegradables. Las áreas de trabajo están relacionadas con envases de marcas propias, envases de productos, bandejas y bolsas.
  • Inversión en eficiencia energética: Las inversiones en eficiencia energética optimizan el consumo energético y reducen los impactos ambientales asociados. La proporción de la inversión en medidas de eficiencia energética se ha incrementado alrededor del 29 por ciento de las inversiones totales en el año. Esto, además del impacto medioambiental, tiene un importante impacto sobre la reducción de costes operativos, que en los últimos años se han visto muy condicionados por la energía.

 

  • Huella de carbono: En 2023 se logó reducir la huella de carbono respecto a 2019 en más del 15 por ciento. En lo referente a emisiones en el consumo eléctrico -las llamadas de alcance 2- muchas empresas han logrado alcanzar cero emisiones gracias a la instalación de paneles solares.

 

  • Valoración de residuos: La valoración consiste en la separación de los residuos para que puedan ser reciclados o recuperados. En 2023 se ha demostrado nuevamente un aumento en la tasa de reciclaje de residuos elevándose a un 88 por ciento respecto al 77 por ciento del año anterior.

Hemos hablado en los primeros párrafos de este artículo sobre los avances en sostenibilidad medioambiental y también en sostenibilidad económica que representan estos indicadores. Pero no cabe olvidar la otra parte de la “triple sostenibilidad”, la social. Avanzar en medioambiente tiene un retorno claro hacia la sociedad. No solo porque el consumidor reclama acciones e información a todos los actores que participan en la economía, sino porque el hecho de que el supermercado sea un elemento que pertenece a la vida cotidiana de las personas lo hace especialmente sensible a estas preocupaciones.

La contribución del sector de la distribución alimentaria a la movilidad limpia, al no desperdicio o a la reducción de los envases, entre otros, es firme. Pero, al mismo tiempo, hemos de ser conscientes de que este camino lo debemos recorrer todos juntos – administraciones públicas, empresas de toda la cadena y consumidores- con los mismos niveles de responsabilidad. Solo así lograremos alcanzar los objetivos climáticos establecidos por diferentes organismos internacionales con los que estamos comprometidos.